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Fábula: Sol y Luna
Hace mucho tiempo, Sol el lobo dominaba el cielo. Sol, cada día alumbraba el cielo, pasada la mitad del día, se iba a dormir para recargar energías para el día siguiente.
Un buen día mientras sol descansaba, llego Luna la zorra para iluminar mientras él no estaba. Cuando Sol despertó y encontró a Luna en el cielo, la tapo y provocó el primer eclipse solar. “¿Por qué no podemos compartir el cielo?”, le preguntó Luna a Sol, pero este enfurecido le respondió: “Yo soy el dueño y señor del cielo, nadie puede ocupar mi lugar ni voy a compartirlo con nadie”.
Pero Sol cegado por la rabia, no vio que su amado planeta sufría por la oscuridad y poco a poco iba marchitándose. Luna trato de hacer entender a Sol su propósito allí y que le ocurría a la tierra, pero él no le escuchaba.
Pasados unos días, Sol empezó a darse cuenta de que algo no iba bien y entonces bajo la mirada a la tierra y vio el resultado de su ceguera. Las plantas estaban mustias, los animales estaban escondidos o deambulaban perdidos, las aguas se habían congelado y la tierra había ennegrecido. Sol empezó a gimotear sin saber cómo podía arreglar aquello, entonces Luna se acercó y le dijo: “Este es el resultado de tu egoísmo. Esto sucede cada noche cuando vas a dormir, vine aquí por eso. Juntos podemos arreglarlo, tan solo tienes que dejarme a mí las horas que no estés y cuando te despiertes, yo te dejare a ti.”.
Finalmente Sol cedió y la vida llego a la tierra, miles de animales y flores salieron con la llegada de Luna al firmamento. Sol al ver la alegría en la tierra agradeció a Luna haberle ayudado y aprendió una gran lección.
Moraleja: A veces por culpa del Egoísmo y la Testarudez, no somos capaces de ver lo que sucede a nuestro alrededor.